sábado, 30 de noviembre de 2013

RAZONES PARA CREER

Lo mas lógico es pensar que el ser humano es un ser capaz de conseguir todo aquello que se propone, metas, sueños, resultados, aspiraciones. Claro está que este comportamiento no se vería realizado si no fuera por el sentimiento de grandeza, de superación, motivación, ilusión, agrado,  lucha, etc. Aspectos importantes que deberían formar parte de todos.

Digamos que durante parte de mi vida no he sido capaz de metamorfosear esos sentimientos en mí. Que en ocasiones me han dificultado alcanzar aquello que tanto ansiaba, aquello por lo que lucharía hasta el fin de mis esfuerzos. Me he sentido impotente en un mundo que me venía grande, y que en realidad nunca he sabido comprender. Nunca me había planteado un futuro, tan solo vivía un presente pensando en que algún día dicho sentimiento aparecería en mi vida.

La razón por la que estoy escribiendo estas palabras es para hablar de un momento crucial en mi vida. Siempre asimilamos nuestro comportamiento a infinidad de influencias que se cruzan en nuestra vida, y en mi caso así fue. Pero hubo una razón que me levanto del suelo, me hizo abrir los ojos, pero sobre todo, me hizo creer en mí. En un mundo donde existen más de 7000 millones de personas tuve la suerte de encontrarme con alguien que me marcó de tal forma que puedo decir que parte de mi presente se lo debo a ella. Esta persona no es de las personas que mas quiero en mi vida, ni de las que mejor relación tenga, ni de las que veo casualmente, pero hizo en mí algo que siempre agradeceré. Detrás de todos los conocimientos que me obsequió, se esconde algo mucho más importante y útil para mí. Hablo de un sentimiento que me transmitió y que produjo un antes y un después en mí.

Para cuando yo cursaba 2º de bachillerato mi mente era protagonista de un desorden pragmático que me impedía saber con certeza hacia donde me encaminaba. Mi afán por el deporte, durante ese momento, me hizo tomar la decisión de decantarme por E.F (Educación Física) en la asignatura opcional. Sabía que el deporte era un mundo que me interesaba, y parecía no darme cuenta de lo mucho que este campo iba a influir en mi vida posteriormente. Yo entendía el deporte como un modelo de ocio, tan solo eso, de exprimir mi energía realizando ejercicios que me dejaran sin aliento. Justamente ese mismo año el instituto recibió la llegada de una nueva profesora de E.F, Amalia Romá, una profesora que llegó con la intención de cambiar por completo la metodología deportiva que se había llevado hasta el momento.

Sus primeras clases fueron un tanto curiosas, incluso me sorprendían. Era curioso porque mostraba un interés por nuestro futuro, quería saber que queríamos estudiar y que estábamos dispuestos  a hacer para conseguirlo. No sabía muy bien el porqué de ese interés, pero le conteste “La verdad que el tema del deporte me interesa muchísimo, pero no me llena del todo, siento que realizo deporte, pero solo es eso, deporte”. Quizás estas palabras hicieron que se volcara más en mí, o por lo menos eso sentí. Ella estaba obsesionada en que me convirtiera en un próximo graduado de FCAFE. Creo que ese  “me interesa” le dio esperanzas en hacerme ver que el deporte era algo más que hacer deporte. Una de las frases que me dijo en los últimos días de clase y que nunca olvidare  fue, “El deporte no es solo deporte, es algo que te hace sentir único y especial, a través de él puedes recibir cualquier tipo de sentimiento. El deporte llena, cura, y sobre todo, te hace crecer como persona”, creo que  no es necesario profundizar en la frase porque  ya valiosa en si misma, transmite muchísimo y me la aplico sobre todo en los momentos  que mas abrumado me siento. Pensar que existe algo tan valioso, algo que transmite tanto, que te llena, creo que es muy gratificante y me alegro de formar parte de ello.

El curso con Amalia lo recuerdo con muchísimo cariño. No quiero recordar ningún día en especial, para mis todos fueron parte de ese proceso que me hicieron formarme, tanto académicamente como personalmente. Gracias al deporte encontré esos sentimientos de los que hablaba al principio, me hicieron creer en mí, me dieron motivación, esperanza, ilusión, sentimiento de lucha, agrado, valentía, metas, sueños, resultados, aspiraciones, etc. Cualquier persona puede decirme que a quien debería de agradecer todo ello es al deporte y no a Amalia, pueden tener razón, pero a todas esas personas yo les respondo lo siguiente “El deporte es un ámbito que ha estado en mí toda mi vida, pero durante todo ese tiempo el deporte solo era eso, deporte. Con la llegada de Amalia aprendí el verdadero significado del deporte, recibí los sentimientos de los que ella tanto hablaba, me demostró que el deporte no solo era deporte y aprendí que podía ayudarme en cualquier aspecto de mi vida.”. Sus clases no se centraron en hacerme mejor físicamente, con ella descubrí un entrenamiento mucho más útil y productivo, me hice mejor personalmente. Yo creo que la clave está en evolucionar desde el interior hasta el exterior. Cuando descubrí realmente cual era mi motivación y que quería, entonces fue cuando yo me preocupe y me obsesione en poner todo lo que estuviera en mis manos para llegar a entrar en FCAFE. Visto está que lo conseguí.

Ya han pasado varios años desde que partí de sus manos. Me conoció sin saber que quería ser en mi vida y se despidió de mí el último día de clase diciéndome lo siguiente “¿Recordes tot el que et vaig preguntar el primer dia de classe? Crec que ja eres capaç de respondre't tu sol, ja no necessites l'ajuda de ningú. Ara sort en les probes i tranquil perquè ja tens el més important, el sentiment de l’esport”. Es una profesora desde mi punto de vista buenísima y me alegro que se volcara tanto en mí. Nunca me he dirigido hacia ella con estas palabras, aunque pienso que ella sabe muy bien todo lo que ha hecho por mí. Prefiero que quede ahí y agradecérselo de otra forma que apreciará más, impartiendo todo lo que me transmitió cuando sea mi momento, un momento que cada vez está más cerca.







9 comentarios:

  1. Realmente son una gran influencia los sentimientos que te pueda transmitir una persona por cualquier cosa, es la diferencia entre darlo todo por lograr tu meta o quedarte en el camino. El sentimiento que uno tiene hacia algo conlleva que todo el esfuerzo que se haga tenga sentido o no. Buena entrada Andreu, saludos!

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  2. Muy buena entrada Andreu!! Pienso que al igual que tu valoras todo esto, el día de mañana a todos nos gustaría el poder transmitir a otros lo que a ti te hizo ver. Comparando esta entrada con la entrada con foto de Brenda, típico entrenador de educación física que no tiene ganas no solamente de dar clase, si no tampoco de aportar nada valioso a sus alumnos, hay una diferencia abismal de algunos profesores a otros y creo que de aquí la mayoría seremos una Amalia en el futuro.

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  3. Muy buena entrada Andreu. Ojala hubiera tenido una Amalia en mi época de bachiller. Digo esto porque cuando pensaba en ser estudiante de FCAFE, recuerdos varios profesores que me decían que no me metiese en "eso", que si me gusta el deporte podía practicarlo cuando quisiera cuando acabara "mi trabajo de verdad". Que me dedicará a banquero, abogado y cosas por el estilo. La verdad que eso no me creó más que dudas sobre mi futuro. La gente me lo planteaba del siguiente modo: elige Pablo, dedicarte a algo serio y ganar dinero o hacer algo que te gusta y es divertido y no saber si encontrarás trabajo.
    No obstante, al no tener una Amalia como tú, tuve eternas conversaciones conmigo mismo hasta que un día lo tuve claro y cuando alguien me pregunto por el tema le contesté: "si trabajo en aquello que realmente me entusiasma, no tendré que trabajar ni un sólo día de mi vida". (Confucio).
    Tuve que descubrir por mí mismo que no se trataba de sólo deporte, que se trabaja de mucho más, de un estilo de vida.
    Ojala hubiesen más Amalias...Y coincido con Víctor, deberías contárselo, al igual que el día de mañana me gustaría decirle a toda esa gente que me decía que no me dedicara a esto: mírame, soy feliz trabajando.

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  4. Creo que el haber sacado este tema otra vez en mi vida me ha hecho reflexionar. Tengo intención de pasarme un día por el instituto, y llegados a este punto, le comentare que hace poco escribí una reflexión en la que hablaba sobre ella, una reflexión muy importante para mi y en la que hablo sobre ella. Para mi Amalia fue muy importante en la elección de mi futuro, gracias a ella tengo decidido a lo que quiero dedicarme, al ámbito del deporte. Por suerte puedo decir que mi relación con ella es buena y en breves podre verla :) Gracias por los comentarios, me han hecho abrir los ojos. Saludos

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  5. Emotiva entrada, estaba leyéndola como si del final de un libro se tratase. Ahora he comprendido del todo bien el tema de las INFLUENCIAS. Me alegra que haya sido de esta manera.
    Recomiendo que se lo cuentes, seguro que le gustará. En mi caso, voy de vez en cuando al colegio a hablar con los profesores, especialmente con el de EF, y creo que reconforta a ambos.
    Un saludo Andreu!!

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  6. Gran frase la de Confucio. El problema de "nuestro trabajo como profesores" sería que no siempre dependeríamos de nosotros para estar entusiasmados.

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  7. Muchas gracias Alex. Reconfortante escuchar este tipo de comentarios. Me alegra saber que ahora tengas una mayor comprensión de las influencias. Cuando elegí este "Me interesa" no tenía muy bien claro si sería capaz de aportar cosas que valieran la pena. Cada vez que escribo me inspiro en muchos otros temas que creo que pueden ayudar y con comentarios como los vuestros las verdad que uno se anima. Graciasss

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  8. Estupenda entrada Andreu! Gracias por contarnos tu experiencia, me ha gustado mucho. La frase que comentas que te dijo es estupenda y me ha hecho pensar muchísimo. Yo también recuerdo como mi profesor se preocupo por mí los días antes a las pruebas, quedando conmigo para practicar y ayudarme a conseguirlo. Recuerdo que fue una de las primeras personas a las que llame para contarles que las había superado y agradecerle su ayuda, creo que tu también podrías contarle lo agradecido que le estas, seguro que le valdrá mucho.
    Un abrazo!

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