sábado, 30 de noviembre de 2013

RAZONES PARA CREER

Lo mas lógico es pensar que el ser humano es un ser capaz de conseguir todo aquello que se propone, metas, sueños, resultados, aspiraciones. Claro está que este comportamiento no se vería realizado si no fuera por el sentimiento de grandeza, de superación, motivación, ilusión, agrado,  lucha, etc. Aspectos importantes que deberían formar parte de todos.

Digamos que durante parte de mi vida no he sido capaz de metamorfosear esos sentimientos en mí. Que en ocasiones me han dificultado alcanzar aquello que tanto ansiaba, aquello por lo que lucharía hasta el fin de mis esfuerzos. Me he sentido impotente en un mundo que me venía grande, y que en realidad nunca he sabido comprender. Nunca me había planteado un futuro, tan solo vivía un presente pensando en que algún día dicho sentimiento aparecería en mi vida.

La razón por la que estoy escribiendo estas palabras es para hablar de un momento crucial en mi vida. Siempre asimilamos nuestro comportamiento a infinidad de influencias que se cruzan en nuestra vida, y en mi caso así fue. Pero hubo una razón que me levanto del suelo, me hizo abrir los ojos, pero sobre todo, me hizo creer en mí. En un mundo donde existen más de 7000 millones de personas tuve la suerte de encontrarme con alguien que me marcó de tal forma que puedo decir que parte de mi presente se lo debo a ella. Esta persona no es de las personas que mas quiero en mi vida, ni de las que mejor relación tenga, ni de las que veo casualmente, pero hizo en mí algo que siempre agradeceré. Detrás de todos los conocimientos que me obsequió, se esconde algo mucho más importante y útil para mí. Hablo de un sentimiento que me transmitió y que produjo un antes y un después en mí.

Para cuando yo cursaba 2º de bachillerato mi mente era protagonista de un desorden pragmático que me impedía saber con certeza hacia donde me encaminaba. Mi afán por el deporte, durante ese momento, me hizo tomar la decisión de decantarme por E.F (Educación Física) en la asignatura opcional. Sabía que el deporte era un mundo que me interesaba, y parecía no darme cuenta de lo mucho que este campo iba a influir en mi vida posteriormente. Yo entendía el deporte como un modelo de ocio, tan solo eso, de exprimir mi energía realizando ejercicios que me dejaran sin aliento. Justamente ese mismo año el instituto recibió la llegada de una nueva profesora de E.F, Amalia Romá, una profesora que llegó con la intención de cambiar por completo la metodología deportiva que se había llevado hasta el momento.

Sus primeras clases fueron un tanto curiosas, incluso me sorprendían. Era curioso porque mostraba un interés por nuestro futuro, quería saber que queríamos estudiar y que estábamos dispuestos  a hacer para conseguirlo. No sabía muy bien el porqué de ese interés, pero le conteste “La verdad que el tema del deporte me interesa muchísimo, pero no me llena del todo, siento que realizo deporte, pero solo es eso, deporte”. Quizás estas palabras hicieron que se volcara más en mí, o por lo menos eso sentí. Ella estaba obsesionada en que me convirtiera en un próximo graduado de FCAFE. Creo que ese  “me interesa” le dio esperanzas en hacerme ver que el deporte era algo más que hacer deporte. Una de las frases que me dijo en los últimos días de clase y que nunca olvidare  fue, “El deporte no es solo deporte, es algo que te hace sentir único y especial, a través de él puedes recibir cualquier tipo de sentimiento. El deporte llena, cura, y sobre todo, te hace crecer como persona”, creo que  no es necesario profundizar en la frase porque  ya valiosa en si misma, transmite muchísimo y me la aplico sobre todo en los momentos  que mas abrumado me siento. Pensar que existe algo tan valioso, algo que transmite tanto, que te llena, creo que es muy gratificante y me alegro de formar parte de ello.

El curso con Amalia lo recuerdo con muchísimo cariño. No quiero recordar ningún día en especial, para mis todos fueron parte de ese proceso que me hicieron formarme, tanto académicamente como personalmente. Gracias al deporte encontré esos sentimientos de los que hablaba al principio, me hicieron creer en mí, me dieron motivación, esperanza, ilusión, sentimiento de lucha, agrado, valentía, metas, sueños, resultados, aspiraciones, etc. Cualquier persona puede decirme que a quien debería de agradecer todo ello es al deporte y no a Amalia, pueden tener razón, pero a todas esas personas yo les respondo lo siguiente “El deporte es un ámbito que ha estado en mí toda mi vida, pero durante todo ese tiempo el deporte solo era eso, deporte. Con la llegada de Amalia aprendí el verdadero significado del deporte, recibí los sentimientos de los que ella tanto hablaba, me demostró que el deporte no solo era deporte y aprendí que podía ayudarme en cualquier aspecto de mi vida.”. Sus clases no se centraron en hacerme mejor físicamente, con ella descubrí un entrenamiento mucho más útil y productivo, me hice mejor personalmente. Yo creo que la clave está en evolucionar desde el interior hasta el exterior. Cuando descubrí realmente cual era mi motivación y que quería, entonces fue cuando yo me preocupe y me obsesione en poner todo lo que estuviera en mis manos para llegar a entrar en FCAFE. Visto está que lo conseguí.

Ya han pasado varios años desde que partí de sus manos. Me conoció sin saber que quería ser en mi vida y se despidió de mí el último día de clase diciéndome lo siguiente “¿Recordes tot el que et vaig preguntar el primer dia de classe? Crec que ja eres capaç de respondre't tu sol, ja no necessites l'ajuda de ningú. Ara sort en les probes i tranquil perquè ja tens el més important, el sentiment de l’esport”. Es una profesora desde mi punto de vista buenísima y me alegro que se volcara tanto en mí. Nunca me he dirigido hacia ella con estas palabras, aunque pienso que ella sabe muy bien todo lo que ha hecho por mí. Prefiero que quede ahí y agradecérselo de otra forma que apreciará más, impartiendo todo lo que me transmitió cuando sea mi momento, un momento que cada vez está más cerca.







jueves, 21 de noviembre de 2013

AMISTAD Y OTRAS DROGAS


Después de todo este tiempo, todavía  me sorprendo de lo mucho que las personas podemos llegar a influir en la vida de alguien. He tratado el tema de los hermanos, de los padres, de ser diferente, y esta vez centraré mi reflexión en los amigos, quizás las personas con las que más tiempo compartamos y mayor influencia podamos recibir.

Seguramente, por no decir seguro,  a la pregunta de “¿Tienes amigos?” a todo el mundo le vendría una imagen a la cabeza con todas aquellas personas que de verdad considera amigos. No es de extrañar que las personas podamos tener infinidad de estos, pudiendo formar parte de nuestro trabajo, colegio, universidad, deporte de práctica, etc. Esta múltiple relación se inicia desde temprana edad, el infante adquiere las primeras capacidades intelectuales y sociales que le ayudaran en la constitución de su identidad. Más tarde el propio entorno (guardería, escuela, parque, etc.) ya se encargará de proporcionar situaciones en las que el niño deba de interactuar con otros niños.

Los amigos son un papel fundamental en la vida de cualquier persona, o por lo menos eso siento yo. El sentirse confiado, respetado o querido, creo que son algunos aspectos que no deben de faltar a nadie. Claro esta que toda buena relación siempre debe de ser construida desde las bases, y no es de extrañar que se diga la expresión “Los amigos de verdad te caben en los dedos de las manos”. Durante toda nuestra vida, infinidad de personas llegan a cruzarse por nuestro camino, amigos, conocidos, familiares, compañeros, etc. El ser humano es una especie que necesita socializarse, necesita dialogar, expresar sus sentimientos, su forma de ser, reírse, es decir, tratar con la gente y crear vínculos que le permitan desarrollar esas prácticas que tanto desea.

En el ámbito de la educación quizás sea donde mayores influencias pueden desempeñar las amistades. En todo grupo social, haciendo referencia al grupo de amigos, siempre encontraremos a aquel que responde al estereotipo del líder, el fuerte o el chulo, y muchas veces ir en contra de él implica que todo el grupo se eche encima de ti. Una gran cantidad de las acciones que realizamos responden a esa mayoría de amigos que la practican. Pensamos que actuamos correctamente porque estamos realizando algo normal, lo que responde a la mayoría o a lo general. Por esta razón la mejor opción es callar y hacer aquello que realice el grupo. Que ellos fuman, pues tú fumas. Que ellos no estudian, pues tú igual. Con esto no quiero decir que apoye esta idea o que me rija por ella, para nada, pero como estudiante que soy me baso en mi propia experiencia y en aquellas personas que un día formaron parte de mi vida y acabaron tomando caminos contrarios al mío. Infinidad de casos acerca del fracaso escolar responden a esta mala influencia recibida en edades tempranas, que en ocasiones si se coge a tiempo puede no llegar a influir en su futuro, pero si no es considerada o tratada en su momento de iniciación puede que sea demasiado tarde para su futuro.

En mi caso personal puedo garantizar que me he rodeado de la mejor gente posible, que me respetan, me quieren y sobre todo me apoyan en lo que realmente quiero ser. Soy como soy y quien sea mi amigo ya me conoce, porque de eso se trata, de ser 100% como tú eres.

Aquí os dejo una canción que me enseño una persona a la cual admiro mucho y que creo que está relacionada con aquello que intento transmitir. Saludos


domingo, 17 de noviembre de 2013

SER DIFERENTE, COMO ESTILO DE VIDA


¿Qué es ser diferente? ¿Te consideras diferente a los demás? ¿Cómo sabemos quién es diferente? ¿Esto repercute en la vida diaria? ¿Puede influir en la forma de ser? ¿Se puede actuar en contra de la voluntad para agradar más? ¿Por qué es tan importante la imagen? ¿Apreciamos a las personas por lo que son y no por lo que aparentan? ¿Qué sentido tiene calificar a alguien si no lo conoces? ¿Realmente nos hace sentir mejor, sentirnos poderosos? ¿Imagináis un mundo en el que todos fuéramos iguales y la imagen no sirviera para nada? ¿Realmente seríamos más felices?

El ser humano cuenta a su disposición con mecanismos fisiológicos (Los sentidos) que le permiten percibir lo que tiene a su alrededor. De todos estos mecanismos, uno al que damos mayor importancia es el de la vista. Desafortunadamente no todas las personas cuentan con el favor de este órgano. Del mismo modo, sucede con los sentidos restantes. Nuestro día a día se rige por infinidad de sensaciones que percibimos mediante estos. Pequeñas sensaciones que permiten que el ser humano tenga, por así decir, un mejor “sabor de la vida”.

En lo referente a la etapa estudiantil puedo garantizar de primera mano que los sentidos cobran una gran importancia, y es que la mayoría de los jóvenes de hoy en día no tienen otra preocupación que su apariencia. Como ya tuvimos el placer de leer en el libro “Mal de escuela”, Pennac ya habla del llamado “Niño cliente”, un ser cuya máxima prioridad es la de llevar un estilo de vida acorde con la moda. Como es lógico, y haciendo referencia a la minoría, no todo el mundo comparte esta idea, simplemente hay personas que deciden ser diferentes a lo normal. ¿Y que es lo normal? Se refiere a lo que es general o mayoritario.

Sin duda ser diferente ya te caracteriza en el entorno en el que estés, y ya no me refiero al hecho de vestir diferente, amplio mi limitación y voy más allá refiriéndome al término en sí. Todos podemos diferenciar en una clase al obeso, al delgado, al “zoquete”, la pija, la listilla, el deportista, el pardillo, la simpática, la vergonzosa, el payaso, el pesado, el infantil… Y parece que no tengamos suficiente con esta clasificación, además queremos ir más allá haciéndoselo ver constantemente con insultos, burlas, faltas de respeto, agresiones, etc. Dicho esto, como creéis que se pueden sentir estas personas? ¿Creéis que tienen derecho a sentirse afectados por la continua falta de respeto? Y llegados a este punto, puede influir en su vida diaria?  Me parece lamentable lo que a veces es capaz de hacer el ser humano, con esa actitud de poderío e intentando sentirse superior a los demás, no se dan cuenta del daño que pueden llegar a someter sobre una persona. Este daño psicológico, y en ocasiones físico,  ha llegado hasta tal extremo que ya se conoce un término en inglés que hace referencia a la falta de respeto sobre una persona, se conoce como bullying. No es de extrañar que tras esta infinidad de acosos, más aún a nivel escolar, se escondan un gran número de suicidios.
Obviamente no todo el mundo acaba por suicidarse, pero esas experiencias probablemente queden marcadas para el resto de su vida. ¿Qué si puede influir? Muchos adolescentes se ven influidos por esta falta de respeto, una falta que en ocasiones les inhibe por completo, les destroza por dentro, están pero no están. Esta gente, con un futuro perfectamente prometedor, se ve influenciada por unas personas que han decidido destrozar la vida de otra persona, llevando a cabo su mayor crimen “matar sin llegar a matar”

Es curioso pensar que después de todo este tiempo y habiendo escuchado infinidad de casos acerca del "bullying", sin dejar de mencionar las múltiples consecuencias que esta conlleva, continuemos observando como una parte de la sociedad sigue haciendo uso de él. A todas estas personas les digo que no solo han destrozado a un simple niño/adolescente, también han destrozado a una familia, a una generación, y sobre todo, a un entorno. Un entorno que es protagonista del daño que sufre su conocido, porque lo sienten, lo viven y lo empatizan.

Saludos. Como cada entrada un placer compartir este “saber” con vosotros. Aquí os dejo un vídeo donde se muestra esa diversidad de la que hablo. Gracias



miércoles, 13 de noviembre de 2013

TRAS LA LÍNEA DEL DIVORCIO

Tras mi última publicación “Un amor entre dos mundos”, en la que aporto una experiencia personal acerca del “Divorcio, quería dedicar una entrada tratando el mismo tema desde una visión más general. La razón por esta decisión es que hoy al dirigirme hacia Víctor hemos mantenido una conversación en la que tratábamos mi última publicación. Víctor me ha animado a que fuera más allá de la propia experiencia personal y abordara el tema del divorcio con el objetivo de ver si realmente tenía unos efectos sobre los hijos, es decir, si influía en su comportamiento. Pues bien, llegados a este punto me he interesado por lo planteado y he decidido buscar estudios, análisis o publicaciones que realmente si mencionan el gran efecto que el divorcio tiene sobre los hijos. Algunos de los estudios en los que me he documentado son los siguientes; Carmen Magno M. “Consecuencias psicopatológicas del divorcio en los hijos” (Cap 5), Carolina G (1998) “Efectos psicosociales del divorcio en los hijos” (Conferencia dictada en la facultad de psicología) y Ángel Alberto V., Ernesto Alonso C., Maricela Urías M. y Beatriz Guadalupe I. (2011) “Efectos del divorcio de los padres en el desempeño académico y la conducta de los hijos” Enseñanza e investigación en psicología (pp 295-308). Gracias a estos datos he llegado a unas conclusiones que, en mi caso, ya conocía.

La gran cantidad de artículos ofrecen un sinfín de efectos sobre los hijos. Claro está que las reacciones de los hijos tras la separación o divorcio están estrechamente vinculadas a la intensidad del conflicto previo, al contexto socioeconómico y cultural de la familia, al modo en que cada padre cumple su función educadora y a otras variables asociadas a la situación pre y post-divorcio. Realmente no todos los hijos llegan a manifestar una causa-efecto, pero si es verdad que presentan una mayor probabilidad de sufrir decadencias o cambios de actitud repentinos. Como ya menciono antes, todos estos aspectos y alteraciones atienden al contexto y a la persona, aunque hay un aspecto que me ha llamado la atención debido a que no presenta divergencias, según dice en el artículo “En lo que sí hay un acuerdo general es que ningún niño percibe el divorcio como una segunda oportunidad en su vida, sino como un fracaso en la relación de sus padres”. Es algo que nunca me había planteado pero si comparto. Los niños suelen estar acomodados en su entorno diario, por eso cuando esta rutina se ve alterada ellos perciben que algo no va bien, saben con el tiempo que esta alteración se debe principalmente al fracaso en la relación de sus padres, o por lo menos así es como se entiende en la sociedad. Es muy difícil afrontar una separación como una segunda oportunidad, no se le puede pedir a un niño de 8-12 años que alegre la cara tras el divorcio de sus padres diciéndole que a partir de ahora tendrá la oportunidad de crear un nuevo entorno. Las personas tenemos sentimientos, y cuando somos niños a veces, por no decir la mayoría de las ocasiones, somos incapaces de controlar estas emociones.

En cuanto a lo referido en el tema de la educación, muchas investigaciones comparten el gran efecto del divorcio. El funcionamiento o rendimiento intelectual desciende en los niños de familias separadas, especialmente en el periodo del proceso de separación e inmediatamente posterior al mismo, independientemente de la edad de los sujetos, pero acentuándose esta diferencia entre los 8 a 11 años. Destacar que los hijos de padres divorciados no manifiestan más problemas de conducta que los de aquellos de padres casados, pero si presentan un mayor índice de probabilidad de sufrir dicho efecto. Hay que remarcar que la mayor influencia la encontramos en las edades comprendidas entre 8-14 años. En las edades anteriores la reacción del niño suele ser el sentimiento de culpa. Incluso se habla de un rechazo hacia el padre debido a su ausencia. Me sorprende que se hable tanto de esta ausencia, prácticamente todos los artículos comparten que la custodia suela tenerla la madre “La mayor parte de los hijos de padres divorciados vive con la madre”, y que el padre tenga un papel ausente “Los Padres no custodios tienen poca relación con los hijos”. El niño en estas edades tempranas realiza una idealización del padre ausente o bien un rechazo total, hasta negarse a verle.
En cuanto a la etapa de la adolescencia quizás sea donde hallemos los máximos extremos. Podemos encontrar el extremo de la rebelión, haciendo referencia a alcohol, drogas, bajo rendimiento académico, o el extremo más sumiso, que atiende al miedo a volver a ser abandonado, a la vergüenza de reconocer el divorcio, a sentirse culpable, etc.

En conclusión, no sabemos hasta que punto pueda llegar a influir un divorcio, solo sabemos que pocos salen reforzados de esta situación y que el sentimiento de haber sido abandonados, o de haber sufrido una herida les dura toda la vida.


Saludos. Como siempre un placer 



lunes, 11 de noviembre de 2013

UN AMOR ENTRE DOS MUNDOS

Saludos. Me llamo Andreu Escrivà Marrades y no cambiaría nada de mi vida.

Después de reflexionar durante un tiempo he decidido hablar sobre otro aspecto que también influyó en mi vida y tuvo sus repercusiones en ella. Tampoco quiero incidir mucho en mi vida personal pero si es verdad que me gustaría compartirlo con el propósito de ver si alguien se siente identificado, si llega a entenderlo mejor, si le servirá a modo de reflexión o simplemente para que pase un buen rato.
Tampoco realizo estas reflexiones con el propósito de dar pena o sentirme mas apreciado, para nada. Me siento muy orgulloso de la vida que tengo, de mi pasado y sobre todo de la gente que forma parte de eso que conocemos como “entorno”

Para ir comenzando diré que en mi vida siempre he tenido un apego muy grande hacia mi familia, uno de los pilares fundamentales en mí día a día. Motivo de este apego es que cada fin de semana, cada celebración y cada momento que lo permita, nos reunamos para pasar buenos momentos. De este “entorno”, de la familia, diferencio unas personas las cuales se han encargado durante toda mi vida de mi educación, salud, bienestar, caprichos, etc. Hablo de mis padres, unas personas a las que quiero con locura y las admiro por todo aquello que han hecho por mi, tanto bueno como malo. En mi última reflexión me encaminé en la relación hacia mi hermano y esta vez lo haré hacia mis padres. 

El desarrollo de mi vida fue menos común de lo normal. Por así decirlo, mis padres, después de un tiempo casados y manteniendo una vida como padres (ya nacidos yo y mi hermano) deciden separarse. Mi edad tan temprana prácticamente no me permitió asimilar el concepto de “Divorcio”, de ahí que no fuera consciente de lo sucedido. Con el paso del tiempo te vas llevando sorpresas y solo hay una pregunta que ronda por tu cabeza “¿Por qué?”. El hecho de que sea menos común lo relaciono con que a esas edades la mayoría de mis amigos, por no decir todos, contaban con un vínculo familiar que reconocía la unión del padre y de la madre. De ahí que pasara de lo normal a lo anormal. Al principio es un poco complicado ¿I el pare? ¿I la mare? ¿ On està el pare? ¿On està la mare?... pues bien, son algunas de las preguntas que formaban el día a día de un niño con padres separados. Probablemente sea esa ignorancia de niño la que te impide saber con certeza que ocurre.
Esa relación paralela fue motivo de influencia en un pasado que todavía recuerdo a la perfección. El estar acostumbrado a tener un estilo de vida y que de repente se trastoque todo para crearse un nuevo estilo de vida creo que es un motivo suficientemente influyente como para que un niño, de temprana edad, se pueda sentir sorprendido, afectado o enojado y cambie de forma radical su forma de ser. En mi caso lo mas cerca que estuve de ese comportamiento fue algo que recuerdo como mi “Etapa rebelde”. Tampoco lo relaciono con actos vandálicos o reyertas, para nada, pero si reconozco un estado mas pasota y quizás chulesco. Esta etapa la recuerdo con mas sencillez de finales de primaria a inicios de secundaria (5º Curso de Educación Primaria-2º ESO), de ahí que se vea plasmado en mis notas. No quiero decir con esto que mis notas solo fueran fruto de la separación entre mis padres, pero si puedo decir que asimilo esa etapa al momento en que entendí de verdad  que era “Divorciarse”.

Mis padres son dos personas completamente diferentes que han intentado educarme de la mejor forma posible. Yo lo veo como una “metamorfosis bilateral”, en la que el hijo ha intentado llevarse lo mejor de cada uno de ellos. La gente que habla y no entiende siempre dirá que un niño de padres separados tendrá carencia de valores o falta de cariño. Yo no lo veo de esta forma, yo defiendo la idea de un niño que vive en dos mundos diferentes, querido en los dos y educado de la mejor forma posible. Esta definición podría explicar el porqué mi relación con mi padre y con mi madre ha sido tan intensa. El vivir en un mundo en el que solo reconoces el padre o  la madre hace que tu mirada solo se ciña a él, hace que lo valores más, que lo admires más, pero sobre todo,  que lo quieras más.

Quiero pensar que en mi vida soy así porque si, y no pararme a reflexionar que hubiera pasado si mis padres hace 12 años no hubieran tomado la decisión de separarse, una decisión que sin duda hoy en día no cambiaría.

Me gustaría despedirme con una frase que ya me introdujo “Saludos. Me llamo Andreu Escrivà Marrades y no cambiaría nada de mi vida”



viernes, 8 de noviembre de 2013

YO Y MI OTRO YO

Siguiendo con lo que ya anuncie en mi última entrada me dispongo a realizar una reflexión que trate el tema de las influencias en la educación. El tema de las influencias me ha parecido muy interesante porque demuestra que el ser humano nace y se hace. Somos personas con sentimientos que en ocasiones nos dejamos influenciar por una infinidad de aspectos. Por esta razón creo que es adecuado tratar el tema y aportar algunos ejemplos que se ciñan a la causa.

No me gustaría tratar el tema de las influencias sin primero hablar de cual ha sido el aspecto que mas ha influenciado en mi vida. Se trata de un aspecto que ha permanecido a mi lado durante casi 19 años, algo que sin duda ha tenido una gran influencia sobre mi. Hablo de mi hermano mellizo Guillem, una persona que probablemente no sea consciente de lo mucho que me ha influenciado en la vida, desde aquí y hoy le doy las gracias.

He de comenzar diciendo que nunca he sido un alumno ejemplar, y el tener un hermano mellizo, tan prospero académicamente,  siempre ha hecho que me sienta en un segundo plano. Todo lo que hiciera era motivo de comparación, cualquier dibujo, un comentario, una nota o una simple anotación del profesor. Mentiría si dijera que no ha sido duro el asimilar que nunca lo iba a superar, de hecho lo tenía tan asimilado que prácticamente ni me lo planteaba. Mis primeros años de estudio se basaron principalmente en ser la sombra de mi hermano, mis padres, como todos, siempre nos daban los mismos ánimos a los dos, no querían que ninguno de los dos se sintiera menos valorado. Aunque yo, como hermano mellizo, puedo decir que el tener un hermano con el que te llevas unos 2 minutos de diferencia hace que en ocasiones te puedas sentir poco valorado. Para nada reprocho a mis padres, al contrario, les doy las gracias por intentar con toda su voluntad el educar a dos hijos al mismo tiempo, de la misma edad y que en el fondo no se parecen en nada.
Con el paso del tiempo seguía manteniendo la misma dinámica. Para mi, mi hermano, era como “Mi agenda personal”. El tenerlo 24 h a mi lado hacía que lo contemplara todo ese tiempo. Y es que para mi es mi amigo, mi hermano, mi compañero de clase, mi amigo en mi grupo de amigos, es decir, forma parte de toda mi vida en todos los aspectos.  Todo aquello que realizaba lo hacia como sombra de mi hermano, recuerdo que la mayoría de las veces recordaba los exámenes por el simple hecho de verlo estudiar.
Estaba claro que no podía seguir así toda mi vida, la vedad que no estaba preparado para afrontarlo, estaba tan acostumbrado a trabajar como si fuese su sombra y a sacar notas en un segundo plano que prácticamente ni me plantee cambiar. Pero poco a poco me di cuenta  que el nivel de exigencia que me pedían era cada vez mayor, y era tan elevado que tuve que aprender a la fuerza, por así decirlo, a hacer las cosas por mi propia iniciativa. Los últimos cursos de secundaria tuve que realizar un esfuerzo al que no estaba acostumbrado, he de decir que seguía utilizando a mi hermano como “Agenda personal”, pero ya estaba cansado de ser siempre el segundo, necesitaba sentirme que valía para algo más que para un segundo puesto. Este esfuerzo parece ser que no fue en vano, incluso en el selectividad conseguí sacar en algunas asignaturas mejores notas que él. Gracias a eso conseguí entrar en la carrera para la que verdaderamente he nacido (FCAFE). No me veo haciendo otra cosa que no sea sentir el deporte en mi vida, cuando corro me siento mas libre que nunca, me siento haciendo algo que me gusta, pero sobre todo me siento en un primer plano, me siento el mejor. Ahora que nuestras vidas ya se han separado de verdad, haciendo lo que nos gusta, yo en Valencia y el en Gandía, puedo decir que hoy mas que nunca me siento mas independiente que en toda mi vida. Creo que he aprendido a servirme por mi mismo y a valorarme de verdad, creo que tengo capacidades que no había conocido nunca y todo esto se lo debo a mi hermano.
¿Por qué? Bueno, el haberme sentido en segundo plano y a la sombra de mi hermano toda mi vida creo que había construido un mundo en el que yo no me sentía protagonista. Un mundo en el que actuaba sin racionar, algo a lo que ahora estoy acostumbrado. Y por último, un mundo en el que me había estancado, creo que en esta vida estamos para dar lo mejor de nosotros, de nada vale lamentarse del pasado, nuestro camino solo sigue el presente y el futuro, así que hoy en día puedo decir que todo aquello que realizo lo hago con el mayor esfuerzo posible y siempre dando lo mejor de mi.

Para ir terminando decir que con estas reflexiones aprendo una barbaridad, es bonito recordar momentos del pasado y sobre todo recordar aquello que me influenció para ser como soy. Como ya he dicho antes todo esto forma parte del pasado y ahí se queda. Espero que pueda ayudar a alguien a comprender una forma de influenciar en la vida y hacia la educación. Es tan solo eso, una experiencia personal acerca de la influencia que describo en poco más de un folio, pero que en realidad me acompaña toda una vida.

Me gustaría lanzaros una pregunta. ¿Cual ha sido vuestra mayor influencia en la vida? ¿Creéis que sin esa influencia hubierais llegado donde estáis hoy en día? Creo que sería un ejercicio muy bonito y os ayudaría a navegar  por el pasado.

Gracias por prestar vuestra atención. Saludos 


miércoles, 6 de noviembre de 2013

ME INTERESA

A raíz de la propuesta lanzada por Victor "Tratar temas que me interesen" he decido crear este apartado con el propósito de realizar publicaciones  referentes a  temas que me atraigan. 

Que me interesa? En un principio tampoco sabía a que temas prestar mayor interés, la educación es un ámbito muy grande y se puede hablar de infinidad de cosas. Tras un momento de reflexión me he decantado por tratar el tema de las INFLUENCIAS. A que me refiero? Mi idea es hablar sobre el poder de las influencias en la educación. Desde que iniciamos nuestro proceso de aprendizaje estamos acostumbrados a recibir la influencia de infinidad de aspectos, ya sea de los padres, hermanos, amigos, canciones, famosos, etc. Pues bien, estos son algunos de los aspectos que voy a tratar en mayor medida, siempre relacionados con la influencia hacia la educación e intentando que el lector se quede con ansias de leer mas. Creo que es un tema muy interesante y espero estar a la altura de lo que se pide. 

Tampoco quiero desvelar mas cosas, solo anunciar el tema principal y poco a poco ir indagando en el tema. 

Gracias!!!

lunes, 4 de noviembre de 2013

CONSUMO, LUEGO EXISTO


A raíz de la reflexiones realizadas recientemente sobre los extractos del libro “Mal de escuela” he decidido realizar una reflexión acerca de la sociedad consumista, mas específicamente en lo referente al  “Niño cliente”. Al tratarse de un tema actual creo que es conveniente glosarlo para hablar sobre el declive que ha producido. Además me gustaría compartir algunos ejemplos personales que creo que están muy relacionados con la causa.

¿El consumismo es bueno o malo? ¿Los anuncios tienen influencias en nosotros? ¿Que diferencia hay entre la infancia de nuestros padres y la nuestra? ¿Es posible llegar a un punto en el que el consumo no nos permita crecer? ¿Que produce en nosotros la idea de consumir cada vez más? ¿De verdad necesitamos tantas cosas? Pues bien, estas son algunas de las preguntas que se me han pasado por la cabeza cuando hemos tratado los fragmentos referentes a la sociedad consumista, o como cita Pennac “Niño cliente”.
Estamos acostumbrados a vivir en una sociedad en la que el consumismo es un estilo de vida, es difícil resistirnos a los caprichos que nos acechan constantemente, de nada sirve resistirse, su poder de atracción es tan fuerte que supera con creces los “tópicos remotos” que nos proponemos. ¿Y por qué este poder de atracción? La sociedad ha sido la causante de este barullo, el único culpable  de este desorden social es el ser humano. Nosotros mismos hemos aplicado esta dinámica en todo lo que nos rodea, no hay nada más que ver la oleada de anuncios que se producen ante la llegada de su mayor esplendor, la “Navidad”. Millones de niños despliegan todo su poderío con el objetivo de conseguir aquello que deseen. Este poderío ha llegado a tal extremo que incluso dentro de las propias estrategias de mercado se le atribuye un nombre “Nag Factor”. Las agencias de publicidad descubrieron que la mejor forma de conseguir que un niño comprara un juguete no era convenciendo al propio niño, mas bien se centraban en inducir al  niño para que diera la lata a sus padres a fin de conseguir que cedieran. Aunque se trate de una estrategia antiética, la gran mayoría de empresas utilizan este sistema porque saben que es la mejor forma para conseguir el máximo beneficio.

En lo referente a mi aportación personal me gustaría describir una situación que viví hace poco y creo que refleja de forma plena el tema tratado. Cuando me disponía a quedar con mis amigos acontecí una situación que causo una gran fascinación en mi. Conforme llegue a mi grupo de amigos les comenté “Acabo de ver por la calle dos de las criaturas mitológicas menos vistas en los últimos años” Mis amigos se quedaron muy impactados porque no sabían el porqué de la causa. Aquella situación que contemple era la de dos niños que estaban jugando a los “Tazos”, me quede fascinado simplemente por la razón de que yo asimilo ese juego a mi infancia, es mas, todavía guardo con recuerdo aquel preciado juego que me hizo pasar muy buenos momentos. Hacía muchos años que no veía jugar a niños con ese tipo de juego, tan simple, tan “poco tecnológico”, tan barato,  y a la vez tan reconfortante. Quizás mi extrañez venga  de que ahora este acostumbrado a ver a esos niños con todo tipo de aparatos tecnológicos.

Por último me gustaría tratar el porqué del título.  Creo que vamos encaminados a construir una sociedad basada en el consumismo, de ahí que plantee que un futuro todas aquellas frases celebres que hoy en día describen al ser humano puedan verse transformadas a “frases consumistas”. No me extrañaría que nos encontráramos casos como “ Consumo, luego existo” “El consumo no ocupa lugar” o “Sabe mas el diablo por consumir que por diablo” Quedan un poco extemporáneas, pero como se dice en la sociedad consumista “Todo es posible”


Aquí os dejo una imagen que representa la idea del consumismo. Empresas muy conocidas que venden una realidad aparente y que en el fondo esconden un mundo adverso. 

Gracias por prestar vuestra atención.